El presidente Javier Milei y la vicepresidenta Victoria Villarruel volvieron a compartir un acto institucional tras más de dos meses sin apariciones públicas en conjunto. La ceremonia del tedeum por el 25 de Mayo, celebrada en la Catedral Metropolitana, evidenció la distancia entre ambos referentes del gobierno.

El jefe de Estado arribó al templo acompañado por la secretaria general de la Presidencia, Karina Milei, y por varios de sus ministros. Villarruel, en cambio, llegó de manera independiente, sin compartir trayecto ni intercambiar gestos con el presidente. El mandatario tampoco saludó al jefe de Gobierno porteño, Jorge Macri, quien intentó acercarse durante el ingreso.

A diferencia del año anterior, cuando presidente y vice caminaron juntos desde Casa Rosada hasta la Catedral, en esta ocasión no hubo contacto protocolar ni señales de reconciliación. El distanciamiento entre Milei y Villarruel, que se arrastra desde hace meses, se profundiza y deja al descubierto una relación institucional deteriorada.

Durante la homilía, la Iglesia expuso una mirada crítica sobre el uso actual de las redes sociales, al advertir que muchas veces se emplean para alimentar el odio o la confrontación. Aunque sin aludir directamente al Gobierno, el mensaje fue interpretado como una advertencia a la clase dirigente y al tono que domina la comunicación política en el país.

Desde el entorno presidencial minimizan el impacto de estas diferencias personales, al asegurar que no afectan el rumbo de la gestión. Sin embargo, la escena vivida en el tedeum volvió a instalar dudas sobre la cohesión interna en el oficialismo y el alcance de las tensiones dentro de la Casa Rosada.