El 31 de diciembre marcó el final del esperado Programa Compre sin IVA, una iniciativa que durante su vigencia benefició a millones de argentinos, brindándoles la oportunidad de recibir la devolución de este impuesto en compras de productos esenciales.
Si bien el actual presidente, Javier Milei, y la vicepresidenta, Victoria Villarruel, acompañaron la medida cuando eran diputados; definieron no continuar con el programa. El alcance de este beneficio era extenso, llegando a más de 18 millones de personas, entre empleados formales con salarios de hasta $708.000, beneficiarios de la Asignación Universal por Hijo (AUH), monotributistas, empleadas domésticas, trabajadores informales, jubilados y pensionados.
El tope de devolución estaba establecido en $18.800, y el reintegro correspondiente se acreditaba automáticamente en la cuenta bancaria vinculada a la tarjeta utilizada para la compra, en un plazo de hasta 48 horas después de la transacción. Aunque por ahora el programa no ha sido renovado, su implementación anterior benefició a una amplia variedad de sectores de la población.
Esta suspensión del Programa Compre sin IVA representa un desafío adicional para los ciudadanos en un momento de dificultades económicas, dejando a muchos sin este alivio financiero tan necesario en un contexto de aumento de precios.