6 noviembre, 2025
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Condenan al represor Adolfo Donda por la apropiación de su sobrina Victoria Donda

Adolfo Donda Tigel fue condenado por el Tribunal Oral Federal 6 de CABA a 15 años de prisión por la apropiación y ocultamiento de identidad de Victoria Donda, su sobrina, nacida en dictadura en la ESMA, donde su mamá estaba secuestrada y fue desaparecida. «Aunque sigo sin saber dónde están mis padres, sé que desde hoy descansan en paz», escribió la exdiputada una vez conocido el fallo que, además de ratificar el rumbo del juzgamiento del genocidio, a solicitud de la fiscalía tomó en cuenta que fueron delitos cometidos con violencia de género.

Los jueces Ricardo Basílico, María Gabriela López Iñiguez y Daniel Obligado declararon además que los hechos que abordaron en el juicio “corresponden a delitos de lesa humanidad implementados en el marco de una práctica sistemática y generalizada de sustracción, retención y ocultamiento de menores de edad en ocasión de secuestro, cauivero, desaparición o muerte de su madre”. Señalaron, además, que los delitos implicaron una forma específica de violencia de género, violencia contra las mujeres y parto deshumanizado.

Después de concederle las últimas palabras al acusado, el TOF 6 se tomó un cuarto intermedio y una hora más tarde dio su veredicto condenatorio en este proceso que había comenzado en noviembre de 2022. Se trata de la pena máxima que había solicitado tanto la querella de Abuelas de Plaza de Mayo, a cargo de Lovelli y Carolina Villella, como la Unidad Especializada de Parenti y Polaco. La nota discordante la puso el defensor de Donda Tigel, Guillermo Jesús Fanego, quien se puso de pie en medio de la lectura del veredicto y antes de dar un portazo le gritó al tribunal «son una vergüenza».

El defensor de Donda, Guillermo Fanego, no se pudo aguantar escuchar la condena y se levantó de su asiento mientras el presidente del TOF, Ricardo Basílico, leía el veredicto.

Victoria Donda Pérez nació en el centro clandestino de detención ESMA, durante el cautiverio de su madre María Hilda Pérez –conocida como Cori–, así como el de su padre, José Laureano Donda. Ambos se encuentran desaparecidos al día de hoy. La madre de Victoria estaba embarazada de cinco meses cuando fue secuestrada a fines de marzo de 1977 junto a su marido. Fue llevada primero a la Comisaría de Castelar y luego a la ESMA. Mientras estaba detenida, María Hilda dio a luz a su hija en agosto de ese año.

Victoria fue inscripta como hija biológica por el prefecto Juan Antonio Azic, integrante del grupo de tareas de la ESMA junto a Adolfo Donda. Recién en 2004, 27 años después, logró recuperar su identidad gracias a la lucha de Abuelas de Plaza de Mayo.