Tras una semana de especulaciones, este viernes llegan los gobernadores provinciales a la Casa Rosada. El objetivo del Gobierno Nacional es empezar a discutir el acuerdo nacional bautizado como Pacto de Mayo, pero los mandatarios tienen agenda propia.
Ninguno de los gobernadores que estarán presentes – que a esta altura de la semana son cerca de 20 – sabe con exactitud el contenido de la reunión. No hay un temario ni una especificación de los puntos a tratar. Estiman que habrá algunos detalles sobre el contenido del paquete de alivio fiscal que el Gobierno prometió tratar, a cambio de respaldo para aprobar una nueva Ley Ómnibus.
En el contenido de ese proyecto reside uno de los puntos centrales de la reunión. Los mandatarios quieren conocer de primera mano cuáles son los artículos que Milei pedirá que apoyen en el Congreso. En Balcarce 50 aseguran que a lo largo de las últimas semanas se instaló la idea de que el Gobierno no negocia, pero que la Ley Bases terminó con 300 artículos menos de los que empezó. “Es injusto que nos digan que no negociamos y que no somos flexibles”, apuntaron en una oficina importante de la Casa Rosada.
En este contexto, el gobernador de la provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof, presentó una contrapropuesta. Su alternativa contempla, entre otras cosas, la «reactivación de las obras públicas frenadas» y «la inmediata reposición de los fondos vengativamente birlados a las provincias». A priori, un pacto y otro parecen incompatibles.



