En las últimas horas de ayer el PRO bonaerense vivió movimientos cuasi sísmicos que hicieron caer una estantería más importante donde dirigentes de peso decidieron dar un paso al costado en el partido. 24 de los 33 consejeros del PRO bonaerense renunciaron este jueves al Consejo Directivo. Las dimisiones en masa obligan ahora a una normalización del partido y, según pudo saber LPO, las elecciones serían en apenas 60 días.

Al frente del partido está la senadora bonaerense Daniela Reich quien llegó a ese lugar en mayo del año pasado tras la renuncia de Jorge Macri. Por entonces, Macri era ministro de Gobierno de la Ciudad y se lanzaba como candidato a Jefe de Gobierno porteño. Reich -esposa del intendente de Tres de Febrero, Diego Valenzuela- tiene mandato vigente por otros dos años, pero tras las elecciones del año pasado se comenzó a gestar la necesidad de adelantar los procesos y hacer un recambio de mando este año.

Entre las renuncias aparecen los intendentes Javier Martínez (Pergamino) y Soledad Martínez (Vicente López). También los diputados nacionales Silvia Lospenatto y Diego Santilli, y los legisladores provinciales Christian Gribaudo y Aldana Ahumada.

En el diseño de la jugada que ideó Macri, las renuncias obligan a que la asamblea partidaria convoque a elegir nuevas autoridades. La intención de Macri es que en ligar de Reich, que tiene en principio mandato hasta 2026- asuma Cristian Ritondo.

Macri, que recién reasumió la presidencia de PRO a nivel nacional, pulsea con Bullrich porque quiere una negociación dura con La Libertad Avanza, que busca concretar en un futuro que intuye más complicado para Javier Milei en términos de gestión y por lo tanto con menos resto político para imponer condiciones. Bullrich quiere lo opuesto: acelerar una fusión con los libertarios.