Según datos de la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME), en base a información brindada por entidades de provincias y municipios, las recientes vacaciones de invierno también sufrieron el impacto de la profunda recesión que golpea a la economía nacional hace meses. En la quincena que cerró este domingo, se registró mucho menos movimiento que en el mismo período del año previo, con estadías más cortas y una reducción de más del 22% del gasto total.
El informe de CAME informa que durante las vacaciones de invierno viajaron unos 4,9 millones de turistas, lo que implica un 11,9% menos que en el mismo período de 2023, con un gasto promedio diario de $60.000 (una baja de 3% interanual) y una estadía media que retrocedió de 4,5 a 4,1 días. El gasto total fue de $1,2 billones en las ciudades del circuito turístico nacional, lo que representa un retroceso de 22,2% interanual, a precios constantes.
«Las vacaciones de invierno ratifican lo que ya se venía viendo desde diciembre de 2023: una catástrofe en el sector turístico, con caídas en todas las provincias de hasta el 45 por ciento», señala el informe elaborado por los equipos técnicos de Sergio Massa.
Según especificaron, esto se debe a una combinación de factores como «la recesión autoinfligida, el fracaso rotundo de Argentina Emerge para paliar esa recesión en el sector, la eliminación del PreViaje, la depreciación del tipo de cambio, entre otros».
En esa línea, señalaron además que hubo casi 12 por ciento menos de turistas que el año pasado, con un gasto promedio 22 por ciento menor y una estadía 10% mas corta. «Es decir: menos turistas, que gastaron menos plata y se quedaron menos tiempo», marcaron.
Uno de los principales parámetros que reflejaron esta caída fue la cantidad de autos que pasaron por los peajes de las rutas hacia la costa atlántica, el principal destino turístico de los bonaerenses. Desde el Ministerio de Producción informaron a este medio que durante el primer fin de semana de las vacaciones de invierno, la cantidad de autos relevados por AUBASA cayó un 20,5%.
Eso también se vio reflejado en la capacidad hotelera de los principales destinos. El nivel de ocupación hotelera fue mayor en los destinos de campo y lagunas. Por el contrario, la región de la costa atlántica presentó bajos niveles de ocupación.



