El cura Javier Olivera Ravasi – hijo del represor Jorge Olivera- ya no podrá residir en la diócesis de Zárate-Campana tras el escándalo desatado por su rol de organizador del encuentro que diputados libertarios mantuvieron con represores de la última dictadura cívico- militar en la sede del penal de Ezeiza.
“Dado que en reiteradas ocasiones se recibieron en este Obispado numerosas quejas fundadas por sus expresiones y actitudes, que se oponían al testimonio cristiano -máxime proviniendo de un sacerdote-, se le pidió un cambio de actitud y comportamiento en su proceder. Al no observarse hasta el presente el cambio requerido en su actitud, y teniendo en cuenta que el mencionado sacerdote no pertenece a esta Diócesis de Zárate-Campana así como por el bien de la comunidad diocesana, hechas las consultas pertinentes, se le ha comunicado que en adelante no tiene autorización para residir en esta Diócesis”, informó en un comunicado difundido este jueves.
«Al no observarse hasta el presente el cambio requerido en su actitud, y teniendo en cuenta que el mencionado sacerdote no pertenece a esta Diócesis de Zárate-Campana, así como por el bien de la comunidad diocesana, hechas las consultas pertinentes, se le ha comunicado que en adelante no tiene autorización para residir en esta Diócesis», concluyeron desde la sede bonaerense.
En lo que respecta a la polémica por la visita de los legisladores a los represores, este martes, en la sesión de Diputados, nos prosperó la moción para debatir una sanción al grupo de La Libertad Avanza (LLA) que visitó a los condenados por delitos de lesa humanidad, aunque el tema estuvo presente en varias oportunidades.
Beltrán Benedit, Lourdes Arrieta, Guillermo Montenegro, Rocío Bonacci, Alida Ferreyra y María Fernanda Araujo son los legisladores oficialistas que participaron de la polémica visita.



