Emiliano Martínez sigue agrandando su historia en el fútbol: fue elegido otra vez como el mejor arquero del mundo en la gala del Balón de Oro 2024 y se llevó el “Trofeo Lev Yashin”. El Dibu se convirtió en el primer futbolista que es elegido en dos oportunidades con dicha distinción, ya que lo había conseguido el año pasado. Al mismo tiempo, el argentino ocupó el puesto 18° en la votación general para el jugador más destacado de la temporada en la gala que se celebró en el Théatredu Chatelet de París.
«Bueno, ante todo, muchas gracias a todos. Es un honor volver a estar acá», inició el Dibu, presentado como «El Impasable», su discurso de agradecimiento luego de recibir el trofeo de manos de su tocayo Lautaro Martínez, quien terminó séptimo en el ranking final de mejores jugadores del mundo.
«Siempre muy agradecido a mis compañeros de Selección, del Aston Villa… Hoy tengo el placer de estar con los dos entrenadores de arqueros míos, que me ven todos los días y saben lo exigente que soy para seguir mejorando. Vengo de un lugar chico y siempre lo recuerdo y eso es lo que me motiva a seguir queriendo crecer, a seguir obsesionado con mejorar y conseguir cosas grupales. Para mí lo individual siempre viene después de lo grupal así que agradecidos a todos, siempre, y gracias bueno, al Toro, que metió el gol en la final (de la Copa América)», completó en castellano el marplatense, que además fue 18º en la lucha por el Balón de Oro.
Martínez llegó a la ceremonia acompañado por su esposa Mandinha, y con una comitiva que también integraban Martín Tocalli y Juan García García, los entrenadores de arqueros de Argentina y Aston Villa. En su llegada a la alfombra roja, el Dibu había expresado sus sensaciones al estar otra vez entre los mejores del mundo. “Es un privilegio estar acá, con mi familia, amigos y el entrenador de arqueros. Es un día muy especial, dedicado al trabajo a todo lo que hacemos con la selección y con el club. Así que es un momento para disfrutar”, dijo en diálogo con TNT Sports. A su vez, mostró su carisma y su aura de campeón ante el hostil recibimiento por parte de los franceses: “¿Si soy una estrella en Francia? No sé, no me tratan muy bien aquí…”, comentó el arquero.