En un partido cargado de emociones y controversias, Argentino de Quilmes derrotó 3-1 a Argentino de Merlo y aseguró su lugar en las semifinales del Reducido de la Primera B Metropolitana.

Sin embargo, el encuentro disputado en la barranca quilmeña estuvo marcado por un escandaloso final que incluyó agresiones a la terna arbitral y la intervención policial.

El equipo local mostró su superioridad desde el primer tiempo, sobre todo después de la expulsión de Benjamín Giménez a los 23 minutos de la primera etapa. Javier Martínez, figura destacada del encuentro, abrió el marcador a los 36 minutos y amplió la ventaja al comienzo del complemento, a los 55′. Argentino de Merlo intentó reaccionar con un gol de Valentín Gargiulo a los 67 minutos, pero las esperanzas del equipo visitante se desvanecieron en el tiempo adicional, cuando Facundo Cipresso selló el 3-1 definitivo a los 95’.

El arbitraje de Sebastián Bresba fue el detonante de la furia del equipo visitante. Las decisiones tomadas durante el encuentro desataron una oleada de reclamos que culminaron en incidentes al finalizar el partido. Hubo un expulsado y un gol controvertido anulado en el equipo visitante. Varios futbolistas de Argentino de Merlo agredieron al juez de línea Fabio Ventura, quien recibió un golpe durante los disturbios. Matías Arévalo, otro de los asistentes, y Jonathan Barrios, el cuarto árbitro, también quedaron en el centro de la trifulca.

La situación escaló al punto de requerir la intervención de efectivos policiales y allegados al club anfitrión para evitar un altercado mayor.