El Gobierno Nacional decidió endurecer su postura respecto al Presupuesto 2024, rechazando las demandas de los gobernadores sobre coparticipación, aportes extraordinarios y transferencias previsionales. El mensaje fue contundente: “No hay plata”. Desde el Ejecutivo, liderado por Javier Milei, señalaron que el equilibrio fiscal es innegociable, y cualquier ajuste que exceda los números, no será permitido ni mínimamente evaluado.
La reunión de comisión prevista para el martes, que buscaba lograr dictamen sobre las modificaciones al proyecto, fue suspendida. “Los gobernadores piden recursos que comprometen la estabilidad fiscal. Si quieren cambios, deberán decir de dónde sacar el dinero”, afirmaron fuentes cercanas a La Rosada. A pesar de la preocupación en el entorno del Presidente por el impacto negativo en los mercados de un eventual fracaso en la aprobación del Presupuesto, el Gobierno mantiene su posición.
Entre las medidas más polémicas se encuentra la propuesta de recortar obras públicas pactadas con las provincias, de las cuales solo 100 de 400 proyectos están en marcha. Además, el oficialismo presiona para incluir en la discusión del Presupuesto la reforma electoral que no pudo lograr en el debate de la Ley bases y que significaría un ahorro para el Estado de casi 350 millones de pesos, eliminado las PASO y los aportes extraordinarios a los partidos.
Mientras los gobernadores evalúan cómo proceder, el oficialismo apuesta a sesiones extraordinarias para sacar adelante el proyecto sin diluir su plan de ajuste. Como señaló el presidente de la Comisión de Presupuesto, José Luis Espert: “La estabilidad fiscal no se toca”.