Un ataque con misiles y drones perpetrado por Rusia este viernes sobre la capital ucraniana, Kiev, ocasionó daños materiales en varias embajadas extranjeras, incluida la de Argentina. Según informaron medios internacionales, aunque el impacto fue calificado como «relativamente leve«, pero el incidente generó repudio internacional.
El ataque también afectó a las misiones diplomáticas de Albania, Macedonia del Norte, Montenegro y Portugal, todas ellas ubicadas en el mismo edificio. El ministro de Exteriores de Portugal, Paulo Rangel, condenó el hecho y anunció una protesta formal ante Rusia, destacando que las normas internacionales prohíben este tipo de agresiones contra instalaciones diplomáticas.
En paralelo, la Unión Europea expresó su rechazo a través de Kaja Kallas, su alta representante para Asuntos Exteriores, calificando el ataque como «otro acto bárbaro de Rusia contra objetivos civiles«.
En Kiev, la ofensiva dejó al menos un muerto y dos heridos, según reportaron las autoridades locales. Además, la iglesia de San Nicolás, un monumento arquitectónico de importancia nacional, sufrió daños en sus vidrieras y torre principal, aunque no se registraron víctimas en el lugar.