El transporte público en el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA) enfrenta un escenario crítico en el verano. Las empresas de colectivos han reducido frecuencias más allá de lo habitual para esta época del año, en un contexto marcado por el aumento de los costos de combustible y el recorte de subsidios por parte del gobierno nacional.
La crisis también afecta a los trabajadores, cuyos aguinaldos fueron pagados en cuotas, mientras los empresarios advierten sobre la imposibilidad de mantener el servicio en condiciones normales. “Estamos ajustando más de lo normal, pero los ingresos no cambian”, señalaron desde el sector privado. Las frecuencias nocturnas, de fines de semana y horarios laborales se ven reducidas debido a la menor demanda estacional, aunque se teme que esta situación se prolongue en marzo, con el regreso a la actividad plena.
SIN RESPUESTAS DEL GOBIERNO
Las empresas han enviado reiterados pedidos de asistencia a la Secretaría de Transporte y al Ministerio de Economía, sin obtener respuesta. En diciembre, las protestas frente al Ministerio de Economía no lograron revertir la negativa de las autoridades a aumentar subsidios o tarifas, profundizando la crisis financiera del sector.
AUMENTOS EN CABA: ¿SOLUCIÓN O NUEVO PROBLEMA?
En la Ciudad de Buenos Aires, se convocó a una audiencia pública el próximo 10 de febrero para evaluar un aumento del 10% en las tarifas. Según la propuesta, el pasaje mínimo para las 31 líneas bajo jurisdicción porteña pasaría de $371,13 a $408,24. Sin embargo, este incremento podría ser utilizado por la Ciudad para reducir los subsidios que transfiere a las empresas, lo que no resolvería la crisis actual.
El aumento tarifario propuesto impactará únicamente en una porción del sistema, ya que las líneas porteñas representan solo 1.800 unidades de las 18.500 que operan en el AMBA. Además, las empresas señalan que el ajuste es insuficiente frente a la inflación acumulada, que superó el 20% desde la última actualización tarifaria en agosto de 2024.
IMPACTO EN LOS USUARIOS
Desde agosto del año pasado, el pasaje mínimo cuesta $371,13. Con la suba, viajar en colectivo por la Capital Federal costará entre $408,24 y $524,89, dependiendo de la distancia recorrida.