La tensión dentro de la Gendarmería Nacional va en aumento. Suboficiales y familiares de efectivos anunciaron una protesta nacional el próximo 25 de febrero en reclamo de mejoras salariales y condiciones laborales. La manifestación se realizará frente a los comandos regionales de la fuerza, en medio de crecientes dificultades económicas que afectan a los gendarmes.
El detonante del conflicto es la pérdida del poder adquisitivo de los uniformados. En diciembre, el sector recibió un aumento del 1% y un bono de $30.000, lo que resultó insuficiente para hacer frente a la inflación. «Muchos gendarmes están dejando la fuerza porque no pueden sostenerse con sus ingresos», advirtieron los organizadores.
Los reclamos: aumento salarial y mejores condiciones laborales
Los efectivos denuncian que sus sueldos netos no superan los $780.000, mientras que los costos de vida en destinos como Rosario o Buenos Aires hacen que más del 60% de sus ingresos se destinen solo a la vivienda. Frente a esta situación, exigen un haber mínimo de $1.800.000 para el grado inicial, la revisión de la carga horaria —que en algunos casos supera las 48 horas semanales— y la eliminación de descuentos en el aguinaldo.
El petitorio, que circula en grupos de WhatsApp de los efectivos, también solicita suplementos por tareas de seguridad en zonas críticas y garantías de que no habrá represalias contra quienes participen de la protesta.
Un reclamo que expone la crisis en las fuerzas de seguridad
El conflicto dentro de Gendarmería se suma a la creciente presión sobre el Gobierno, que en medio de su política de ajuste enfrenta reclamos de distintos sectores estatales. La protesta del 25 de febrero podría ser una señal de alerta sobre el impacto que la crisis económica está teniendo incluso dentro de las fuerzas de seguridad.



