Por primera vez en la historia, Argentina votó a favor del embargo que Estados Unidos mantiene sobre Cuba desde hace más de seis décadas. La decisión fue tomada este miércoles en la Asamblea General de la ONU, marcando un giro sin precedentes en la política exterior nacional.
Junto al gobierno de Javier Milei, solo seis países acompañaron la postura estadounidense: Hungría, Israel, Ucrania, Paraguay, Macedonia del Norte y Estados Unidos. La votación refleja el alineamiento político que el presidente argentino sostuvo desde el inicio de su gestión, privilegiando los vínculos con Washington y Tel Aviv.
En contraste, el año pasado la delegación argentina había votado a favor de poner fin al embargo, manteniendo una postura histórica de rechazo al bloqueo. Aquella decisión derivó en la expulsión de la canciller Diana Mondino, luego de que Milei considerara su accionar una desobediencia directa a las nuevas directrices diplomáticas.
La resolución de la ONU —no vinculante, pero simbólicamente fuerte— fue aprobada por 165 países a favor, 12 abstenciones y 7 votos en contra, entre ellos el de Argentina. Desde 1960, cuando comenzó el bloqueo, la comunidad internacional ha condenado reiteradamente la medida, que se mantiene pese al consenso global en su contra.
El cambio de posición argentino fue interpretado por analistas internacionales como un gesto de “alineamiento absoluto” con la política exterior de Estados Unidos, en un contexto donde la mayoría de las naciones latinoamericanas siguen respaldando a Cuba frente a las sanciones.



