Axel Kicillof fue recibido por el presidente brasileño, Lula da Silva, durante su visita internacional al vecino país donde inicialmente tenía solo previsto entrevistarse con importantes funcionarios brasileños para afianzar los vínculos políticos y comerciales en la búsqueda de nuevas inversiones.

La reunión tuvo por objetivo fortalecer la cooperación económica y productiva entre Brasil y la Provincia de Buenos Aires y contó con la participación del asesor especial de la presidencia brasileña, embajador Celso Amorim; el ministro de Hacienda, Fernando Haddad, y sus pares bonaerenses de Economía, Pablo López, y de Gobierno, Carlos Bianco.

El gobernador bonaerense tiene urgencias económicas y políticas frente a la gestión y los recortes de Javier Milei. Por ambas razones ayer por la noche tomó un vuelo rumbo a la capital del estado vecino donde lo aguardaba una reunión con Geraldo Alkmin, el vicepresidente de Luiz Inacio Lula Da Silva, y a la vez el ministro de Industria y Comercio; el ministro de Economía, Fernando Haddad, y el canciller Mauro Vieira.

El bonaerense fue a buscar una imagen con el mandatario brasileño para dar una señal a los mercados, luego de que YPF decidiera no instalar su planta de gas natural licuado (GNL) en Buenos Aires y sí en Río Negro.

El ministro de Gobierno de Buenos Aires, Carlos Bianco, señaló que la reunión fue «con el objetivo de avanzar en acciones de cooperación económica con la provincia de Buenos Aires».

La relación de Kicillof con Brasil viene de larga data. Su último viaje fue en 2023, en San Pablo, donde se reunió con empresarios industriales en la feria Automec. Con Lula había estado reunido en 2021 en Brasil.