El secretario de Transporte, Franco Mogetta, confirmó la decisión del gobierno de privatizar Aerolíneas Argentinas, una medida que generó fuertes cuestionamientos y diversas críticas por su impacto en la soberanía del transporte aéreo y el futuro de los trabajadores.
“La idea es sacar al Estado del rol de empresario, privatizarla totalmente, que sea 100% gestión privada”, aseguró Mogetta en declaraciones radiales. En este contexto, afirmó que no se consultará con los gremios, subestimando las demandas de los trabajadores. “Es una decisión del único accionista que tiene la compañía, que es el Estado Nacional”, remarcó, dejando de lado la necesidad de consenso con los sectores afectados.
La postura del gobierno, según Mogetta, se centra en combatir lo que considera “privilegios otorgados por gobiernos anteriores” a los sindicatos. Sin embargo, organizaciones gremiales y sectores críticos destacan que esta excusa desestima el papel estratégico de Aerolíneas como empresa estatal e insisten en el impacto negativo en las condiciones laborales que podría significar.
A pesar de las declaraciones optimistas del secretario, las críticas hacia la privatización de Aerolíneas Argentinas crecen, con cuestionamientos sobre cómo esta decisión afectará la conectividad aérea del país, la accesibilidad de los servicios y el futuro de la industria aerocomercial nacional.