El sector de la construcción en Argentina atraviesa una de sus peores crisis en los últimos años. Según los últimos informes de la Asociación de Fabricantes de Cemento Portland (AFCP), los despachos de cemento registraron una caída acumulada del 23,4% interanual en 2024, lo que marca el mayor descenso desde que comenzaron los registros en 2019.

A lo largo de todo el año, la construcción sufrió una caída constante debido a varios factores económicos. La paralización de la obra pública, que se dio en el contexto de un fuerte recorte presupuestario, afectó de manera directa la actividad del sector. Las obras que ya se encontraban en ejecución fueron detenidas, lo que profundizó aún más la caída en la demanda de cemento.

A esta situación se sumaron los altos costos de los materiales de construcción, que alcanzaron niveles récord, especialmente en dólares. Durante el mes de noviembre de 2024, el costo de la construcción alcanzó el valor más alto desde 2008. Según el informe de Reporte Inmobiliario, el costo estimado para la construcción de un edificio de 1.000 m2 se ubicó en los 1.400 millones de pesos, un valor que se incrementó debido al alza en los costos de los materiales y el tipo de cambio.

Por otro lado, las exportaciones de cemento también experimentaron una caída, con un descenso del 0,6% interanual, totalizando 61.157 toneladas. Sin embargo, las importaciones crecieron un 80%, alcanzando las 4.698 toneladas, lo que evidencia una leve dependencia del cemento extranjero ante la caída en la producción nacional.

La situación es preocupante para los analistas del sector, como Matías Cataruzzi de Adcap, quien afirmó que la situación se mantiene en mínimos históricos. Sin la recuperación de la obra pública y con los altos costos, la construcción se encuentra en una crisis profunda que no muestra señales claras de mejoría a corto plazo.