La expresidenta Cristina Kirchner visitó ayer la Universidad Nacional de Avellaneda (UNDAV) y brindó una charla para los estudiantes. La actividad se dio en el Día de la Lealtad, atravesado por la interna peronista y en medio del paro del sector universitario en reclamo de mayor presupuesto para las casas de altos estudio.
Cristina comenzó su día reuniéndose con los senadores Juan Manzur, Wado de Pedro, Sergio Uñac y Antonio José Rodas, en lo que fue interpretado como una serie de conversaciones clave para fortalecer su candidatura en el PJ. El hecho de que Quintela haya decidido mantenerse en la contienda interna obliga a Cristina a buscar respaldos concretos, un objetivo evidente en su interacción con figuras de peso del peronismo. Estas reuniones coinciden con la decisión de Axel Kicillof de mantenerse al margen del tema, quien durante su discurso en Berisso evitó referirse a la interna, afirmando que «no le interesa ninguna interna».
La dirigente peronista estuvo acompañada por el rector de esa institución, Jorge Calzoni y, en las fotos que se difundieron sobre la actividad, se la vio sentada en un aula junto a los alumnos. En su presentación, Cristina Kirchner lanzó un dardo al presidente Javier Milei: «En las redes, en las expresiones, tiene problemas medio raros… Mucha invocación a lo fálico, a cosas que uno dice ‘este hombre no tiene resueltas algunas cosas y las viene a resolver a la política’. ¡No, resolvelas en otra parte!», reprochó.
“Nosotros pusimos en manos de los pibes 5 millones de computadoras”, reivindicó la candidata a liderar el PJ y sumó: “Que digan lo que quieran, porque cuando me tocó estar, cumplí”. También criticó al oficialismo: «Le tiran gas pimienta a una nena de 10 años, van a la Universidad Nacional de Quilmes a romper una asamblea, y después salen a autovictimizarse y a decir que los atacaron cuando están todas las pruebas visuales de que fueron ellos los que rompieron todo y entraron con gas pimienta a romper la asamblea».
Con Cristina Kirchner firme en su decisión de disputar la conducción del Partido Justicialista, el panorama para Kicillof se complica de cara a las elecciones legislativas de 2025, ya que sus posibilidades de influir en la selección de candidatos se reducen. Sin embargo, su estrategia de evitar confrontaciones públicas podría servirle para mantener una base de apoyo amplia en la provincia, a pesar de las tensiones internas.
La visita de Cristina a Avellaneda, sumada a sus encuentros con senadores y su activa participación en la protesta universitaria, muestra una dirigente que no cede terreno en la interna peronista y que, lejos de quedarse en un segundo plano, se posiciona como la principal contendiente por la conducción del PJ, apostando a consolidar su liderazgo dentro del movimiento.