El presidente Javier Milei viajará a Roma para participar del funeral del papa Francisco, previsto para este sábado en el atrio de la Basílica de San Pedro. Sin embargo, su presencia generó rechazo entre argentinos residentes en Italia, particularmente por sus antecedentes de enfrentamiento público con el pontífice.

La agrupación “Argentina No Se Vende”, conformada por ciudadanos argentinos en el exterior, emitió un comunicado en el que calificó la asistencia del mandatario como “un acto de cinismo político”. “Esta presencia no solo resulta ofensiva por su conocida historia de agravios hacia el propio pontífice, sino que constituye una operación para manipular la emoción colectiva y lavarse la cara en uno de los escenarios más sensibles de la historia reciente”, afirmaron.

Desde el colectivo también señalaron que las políticas del gobierno argentino, “caracterizadas por el ajuste, la exclusión y el negacionismo”, contrastan con el mensaje de justicia social y paz que promovió el papa Francisco durante su pontificado. “La política de odio y de recortes a los servicios sociales, el negacionismo y la violencia institucional de Milei no se pueden conciliar con el mensaje de paz, diálogo y atención a los más vulnerables”, expresaron.

Asimismo, advirtieron que el presidente “se pasea por Roma legitimado por una alianza ideológica que desprecia la memoria antifascista y los valores de la resistencia”. Y concluyeron: “Nos negamos a aceptar esa operación de lavado. La lucha por la justicia, por la libertad, por la democracia, no se negocia. No se suspende por un funeral, no se esconde detrás del luto”.

La comitiva oficial estará integrada por el jefe de Gabinete Guillermo Francos, la ministra de Capital Humano Sandra Pettovello, la ministra de Seguridad Patricia Bullrich, el embajador ante los Estados Unidos Gerardo Werthein, y otros funcionarios. El secretario de Culto y Civilización Nahuel Sotelo ya se encuentra en el Vaticano para coordinar la llegada de la delegación argentina.