En una decisión que genera amplio rechazo y preocupación entre organizaciones de derechos humanos, el ministro de Justicia, Mariano Cúneo Libarona, confirmó que el Gobierno eliminará la figura de femicidio del Código Penal. Este cambio, según el funcionario, busca garantizar la igualdad ante la ley al considerar que «ninguna vida vale más que otra«.

La figura del femicidio fue incorporada en 2012 al artículo 80, inciso 11, del Código Penal, como un avance clave en el reconocimiento y la sanción de la violencia de género. Sin embargo, el ministro calificó al feminismo como “una distorsión del concepto de igualdad” y vinculó esta medida con la postura del presidente Javier Milei, quien horas atrás, en el Foro de Davos, criticó las políticas contra la violencia de género por considerar que «ponen a una mitad de la población en contra de la otra«.

“Vamos a eliminar la figura del femicidio del Código Penal Argentino porque esta administración defiende la igualdad ante la Ley consagrada en nuestra Constitución Nacional. Ninguna vida vale más que otra”, escribió Cúneo Libarona en su cuenta de X.

¿Igualdad o desconocimiento de la desigualdad?

El anuncio del Gobierno no solo genera desconcierto, sino también indignación entre sectores que trabajan en la defensa de los derechos de las mujeres. Organismos de derechos humanos señalan que la eliminación de la figura de femicidio implica un profundo desconocimiento de la violencia estructural que enfrentan las mujeres y las disidencias en la sociedad argentina.

“La igualdad ante la ley no puede construirse ignorando las desigualdades de base”, plantearon referentes del movimiento feminista. La figura de femicidio no busca privilegiar a las mujeres, sino visibilizar y sancionar un tipo de violencia que afecta de manera desproporcionada a una mitad de la población.