El conflicto por la parálisis de las obras y despidos de trabajadores del proyecto Central Argentina de Elementos Modulares (CAREM) volvió a escena con una denuncia de ATE, que señala que las nuevas autoridades profundizaron el drama «frenando la obra casi por completo».
Así lo confirmó la Junta Interna de ATE en la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA), que denunció que la nueva gerenta del proyecto anunció la paralización de la obra, lo que afecta directamente a los obreros encargados de la construcción.
Este reactor nuclear, el primero diseñado y construido completamente en Argentina, es crucial para el país en su avance en el mercado de reactores modulares pequeños (SMR).
La decisión se justificó con argumentos relacionados a problemas de ingeniería, aunque el gremio interpreta que en realidad la medida responde al ajuste económico implementado por el gobierno de Javier Milei.
Las denuncias señalan que la causa principal de esta situación es un ajuste presupuestario que no solo afecta al proyecto Carem, sino también a otros programas nucleares del país. Asimismo, se ha advertido sobre la posible transferencia de Impsa, una empresa clave en la fabricación de componentes fundamentales para el reactor, a manos extranjeras. Según los denunciantes, esto pondría en peligro la soberanía tecnológica y energética de Argentina.
El intendente de Zárate, Marcelo Matzkin, manifestó su inquietud por el impacto económico que los despidos generarían en la región norte bonaerense y subrayó la necesidad de que las obras de infraestructura acompañen el desarrollo de este proyecto nuclear de gran magnitud.



