Cae el empleo registrado, pero quienes lo conservan tienen ingresos por debajo de la canasta básica. Esto significa que un buen número de trabajadores en Argentina son pobres. Así lo señala el último informe del Centro para la Recuperación Argentina de la Universidad de Buenos Aires (UBA), que da cuenta del impacto de la crisis económica.
«Los datos provistos por el INDEC para el primer trimestre del 2024 sobre empleo, actividad e ingresos revelan un deterioro significativo de las condiciones sociales de la Argentina», sentenciaron los autores del proyecto.
«La relación entre empleo e ingreso revela que en la Argentina actual el trabajo no supone la inmediata mejora de las condiciones materiales de las personas. Hoy en día, conseguir un empleo no significa dejar de ser pobre», detalló el RA, perteneciente a la a Facultad de Ciencias Económicas de la UBA. El organismo señala que a fines de 2023 ya existía «un 34,9% de ocupados bajo la línea de pobreza», pero es un indicador que «se mantiene en alza debido al aumento de la canasta básica total».
«Es por esta razón que estamos frente a un récord creciente de personas que tienen trabajo pero son pobres ya que sus ingresos familiares no alcanzan a cubrir una canasta de bienes y servicios básicos», subrayan. Para el organismo «se trata de un fenómeno que se incrementó en los últimos años y aumentó significativamente en el último semestre». «Si se toma como comparación el año 2017, los ingresos promedios de las personas ocupadas cayeron casi un 40%, 14 de los cuales fueron durante los últimos seis meses», remarcan.
En cuanto a los rubros más golpeados, la construcción concentra el 42,7% de los empleos perdidos, un sector concentra altas tasas de precarización e informalidad.
“Entre las causas que explican la caída de este rubro en particular se encuentra la paralización de la obra pública. Los sectores productivos que siguen en cantidad de empleos perdidos son los de comercio y servicios financieros e inmobiliarios, que están directamente relacionados con la capacidad de consumo y el poder adquisitivo de las clases medias y trabajadoras”, señala el Centro RA.



