El Observatorio de la Cadena Láctea Argentina (OCLA) informó que el consumo de lácteos muestra una recuperación parcial durante 2025, pero aún permanece muy lejos de los niveles previos a la llegada de Javier Milei al Gobierno. Entre enero y octubre de 2024 el consumo había caído 11,3 puntos, mientras que en el mismo período de 2025 apenas logró recomponerse 6,1 puntos, una mejora insuficiente para volver a los valores de 2023.

El informe remarca que, pese a un leve repunte en octubre, el mercado continúa debilitado por la pérdida del poder adquisitivo. Las familias priorizan segundas y terceras marcas, lo que genera una migración hacia productos básicos y más baratos, con fuerte retroceso en los lácteos de mayor valor agregado.

Uno de los datos más relevantes del análisis es el comportamiento del segmento de quesos, que absorbe más del 50% de la leche producida en el país. Según el OCLA, las ventas empataron el volumen de 2023, pero esto implicó utilizar más litros de leche para obtener la misma producción, lo cual refleja una menor eficiencia y un mercado interno que no acompaña con mayor demanda. Como consecuencia, crecen los stocks y se reduce la elaboración.

El informe también advierte que en los últimos dos meses la recuperación perdió impulso. Entre enero y octubre de 2025 se registró un aumento de 6,8% en volumen de productos y de 7,8% en litros equivalentes, pero este avance no compensa la fuerte caída previa. Además, los incrementos en gas, electricidad, agua, transporte, salud y educación siguen absorbiendo gran parte de los ingresos, afectando el consumo de alimentos y bebidas.

La tendencia general continúa marcada por una primarización del consumo: menos yogures, flanes, lácteos saborizados y menos leche fluida. En cambio, crecen las compras de quesos al peso, leches no refrigeradas y opciones económicas. Para el sector, esto implica una baja en la rentabilidad y un mercado interno que pierde valor frente a otros países. El documento concluye que, mientras los ingresos reales sigan deprimidos, la recuperación del consumo seguirá limitada y lejos de los niveles de 2023.