Alfredo Grelák, entrenador de Quilmes, hizo un análisis del presente del equipo tras la derrota ante Patronato en Paraná. El DT reconoció que el rendimiento del plantel todavía no alcanza para consolidar un equipo competitivo y que los jugadores presentan desgaste físico y emocional.
“No hicimos un buen partido, nos cuesta sostener un juego asociado y concentrarnos. Lo único que podemos hacer es seguir trabajando, diagnosticar y tomar decisiones”, afirmó Grelák, en referencia a los tres partidos que restan en la temporada.
El entrenador destacó que encontró un plantel golpeado y que las lesiones recurrentes son una consecuencia del desgaste acumulado: “Cada vez que la exigencia es mayor, terminan con desgarros. Esto refleja la situación por la que están pasando”.
Sobre la implicancia de estos factores en el rendimiento, agregó que “los jugadores dan todo lo que tienen, pero no alcanza para ser un equipo realmente competitivo y con serias pretensiones de alcanzar los objetivos planteados”.
Finalmente, Grelák expresó su frustración personal: “Tenía la ilusión de modificar lo que veía desde afuera, pero cada vez cuesta más. El desgaste de los chicos afecta más de lo que debería y hoy debemos adaptarnos a esta realidad”.



