Más del 50% de los argentinos experimenta estrés económico por falta de ingresos, según un informe del Observatorio de la Deuda Social Argentina (ODSA) de la Universidad Católica Argentina. El estudio, presentado en el programa “Hagamos lío”, expone que el fenómeno afecta al 75,7% de los hogares pobres y al 89,8% de los indigentes.
El indicador mide la capacidad percibida de los hogares para cubrir sus necesidades básicas y sostener el ahorro y el consumo. La presentación estuvo a cargo de Agustín Salvia, director del ODSA, junto a los investigadores Julieta Vera y Juan Ignacio Bonfiglio, y contó con aportes de Jorge Paz, Rubén Mercado, María Edo y Pablo Villatoro.
Según el informe, el estrés económico superó el 50% por primera vez desde la post-pandemia. El nivel había sido alcanzado anteriormente en 2016, en medio del ajuste tarifario. Salvia señaló que esta percepción subjetiva refleja de forma más realista la situación social que algunos indicadores monetarios tradicionales.
En los hogares de menores ingresos, el estrés económico alcanza niveles cercanos al 80%, con un deterioro significativo entre 2022 y 2024. Incluso los sectores medios bajos y medios altos muestran un crecimiento sostenido del indicador, revelando que la sensación de insuficiencia monetaria se ha extendido más allá de los grupos estructuralmente vulnerables.
El informe también destaca que la presencia de niños en el hogar incrementa el riesgo de estrés económico, manteniéndose como un factor constante a lo largo del período analizado. En paralelo, la UCA remarca que no observa un descenso abrupto de la pobreza durante 2024, contradiciendo los datos oficiales difundidos por el Gobierno.
El documento, titulado “Estrés económico y movilidad social en la Argentina urbana (2010–2024)”, subraya la necesidad de avanzar en estudios que analicen la percepción de los hogares sobre sus condiciones de vida, más allá de las mediciones estrictamente monetarias.