El presidente argentino, Javier Milei, sorprendió al dar un giro inesperado en su postura internacional, alejándose del firme respaldo que había expresado a Ucrania en su disputa con Rusia. La votación en la ONU marcó un quiebre en la estrategia del mandatario, que hasta hace poco se mostraba como un férreo defensor de Volodímir Zelenski y un crítico acérrimo de Vladímir Putin.
El cambio de posición parece estar directamente influenciado por la evolución del escenario político en Estados Unidos, donde su máximo referente, Donald Trump, consolidó su postura cercana al Kremlin y a su líder.
Desde su llegada al poder, Milei ha mostrado una fuerte admiración por Trump y otros líderes ultraconservadores, como Viktor Orbán en Hungría y Elon Musk en el mundo empresarial. Sin embargo, su apoyo a Zelenski y su discurso contra la invasión rusa chocaban con la postura adoptada por estos referentes, quienes han mostrado señales de simpatía hacia Putin y un rechazo al apoyo occidental a Ucrania.
La votación en la ONU dejó en evidencia este viraje. Mientras que en un primer momento el presidente argentino se alineó con los países que condenaban la agresión rusa, ahora parece haber reconsiderado su estrategia para no quedar desfasado dentro del espectro ideológico en el que busca insertarse.



