Tras la caída de la «ley ómnibus» y en medio de una feroz disputa con los gobernadores, el Gobierno nacional quitó todos los subsidios a las empresas de transporte público de pasajeros de las provincias, liberó el precio de los colectivos en las ciudades y eliminó el Fondo Compensador del Interior.
Según indicaron fuentes oficiales, a partir de ahora las empresas de micros y colectivos de jurisdicción nacional que se desempeñan en las provincias pueden poner el precio que desean a las tarifas para viajar. «Podrán cobrar la tarifa que ellos consideren acorde al recorrido que prestan», señalaron.
La decisión se tomó, cumpliendo con uno de los objetivos trazados al inicio de la gestión del gobierno de Javier Milei. “La Secretaría de Transporte ha decidido terminar con el congelamiento de tarifas que había heredado de la gestión anterior en trenes y colectivos del Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA) para líneas de jurisdicción nacional, otorgando así a la tarifa mayor protagonismo en la cobertura de costos necesarios para operar”, señaló el área dependiente del Ministerio de Infraestructura en un comunicado. Agrega que “esta medida implica una disminución considerable de subsidios que iban a las empresas”.



