La Administración de Parques Nacionales (APN) denunció ante la justicia federal la presunta cacería de Acaí, la yaguareté reintroducida en el Parque Nacional El Impenetrable, y cuantificó el daño ambiental en más de $2.673 millones. La cifra, inédita en este tipo de causas, apunta a dimensionar el valor económico de una especie en peligro crítico de extinción.

Acaí, una hembra nacida en los Esteros del Iberá (Corrientes) y liberada recientemente en territorio chaqueño, formaba parte de un plan de recuperación de la especie. Según el informe elevado al Juzgado Federal de Sáenz Peña, en Argentina sobreviven apenas 200 yaguaretés, declarados Monumento Natural Nacional.

La Dirección Nacional de Conservación de la APN explicó que el cálculo del daño ambiental se basa en el nivel de protección legal, la fragilidad ecológica, la posibilidad de recuperación biológica y el costo de los programas de reintroducción y monitoreo. Este enfoque busca exponer el impacto económico que implica perder a un ejemplar clave para restaurar ecosistemas.

En su comunicado oficial, la APN lamentó profundamente la muerte de Acaí y destacó que su seguimiento incluía monitoreo satelital y acciones comunitarias. Señalaron que la yaguareté representaba “una nueva esperanza” en el proceso de reintroducción, cuyo objetivo es conectar biológicamente distintas regiones del país.

El caso vuelve a poner en primer plano la relación entre biodiversidad y economía, ya que la pérdida de un individuo afecta servicios ecosistémicos, turismo sustentable y resiliencia climática. La APN reafirmó su compromiso con la conservación, subrayando que la muerte de Acaí no detendrá los esfuerzos por recuperar la especie.