Fue durante una audiencia con representantes de las iglesias orientales, celebrada en el Aula Pablo VI del Vaticano.
Durante el encuentro, el Sumo Pontífice expresó su firme postura: “Que callen las armas. A los poderosos les digo: negociemos”. En su discurso, también reiteró la disposición de la Santa Sede a colaborar activamente para lograr acercamientos entre las partes enfrentadas.
“Con el corazón en la mano, digo a los responsables de los pueblos: ¡encontrémonos, dialoguemos, negociemos!”, exclamó León XIV. Afirmó que dedicará todos sus esfuerzos a propagar la paz y ofreció a la Santa Sede como espacio neutral para un posible encuentro entre enemigos.
La intervención del Papa fue interpretada como una propuesta concreta de mediación en medio de un contexto global marcado por múltiples conflictos armados. En su mensaje, resaltó la importancia de devolver la esperanza y dignidad a los pueblos.
Según Vatican News, León XIV recordó que esta audiencia fue “uno de los primeros encuentros” de su pontificado, lo que refuerza el perfil pacifista que ha querido marcar desde el inicio de su gestión al frente de la Iglesia.