Los precios de los productos agroalimentarios escalaron considerablemente en octubre, reflejando un aumento de costos que dejó al productor con solo el 25,4% del precio final.

El Índice de Precios en Origen y Destino (IPOD), elaborado por el sector de Economías Regionales de la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME), reportó que los precios de los agroalimentos en Argentina se multiplicaron por 3,5 desde el campo hasta la góndola en octubre.

¿Qué significa esto?

Esto significa que por cada $1 recibido por el productor, el consumidor pagó $3,5. A pesar de una leve recuperación en el porcentaje de participación del productor, este apenas alcanzó el 25,4% del precio de venta al público, mostrando la creciente brecha entre ambos extremos de la cadena.

Los productos que presentaron mayores diferencias entre el precio en origen y el precio final fueron la mandarina, cuyo valor aumentó 9,2 veces, la cebolla (7,7 veces) y la manzana roja (7,4 veces). Estos incrementos responden en gran medida a factores como el aumento de los costos de insumos dolarizados, transporte y logística, además de la quita de subsidios, que han afectado a los productores y encarecido aún más el precio para el consumidor. Este contexto ha profundizado el impacto de la inflación sobre el poder adquisitivo de las familias.

Dentro de la canasta de productos, las frutas y hortalizas fueron las que más incrementaron la diferencia de precios, multiplicándose por 5,1 veces en octubre, un 6,2% más que en septiembre. En el sector ganadero, en cambio, la diferencia entre el valor en origen y el precio al consumidor fue de 2,9 veces, manteniéndose estable respecto al mes anterior. Productos de consumo diario, como los huevos y el pollo, presentaron las menores brechas, con aumentos de 2 y 2,1 veces desde el productor hasta el consumidor.

La situación económica también ha afectado el consumo de carne vacuna, que ha caído aproximadamente un 12% en lo que va del año. Según informes del IPOD y de la Cámara de la Industria y Comercio de Carnes y Derivados de la República Argentina (CICCRA), los argentinos han reducido su consumo de carne de 49,5 kg a 44 kg per cápita.