Carlos Bianco, ministro de Gobierno de la provincia de Buenos Aires y uno de los funcionarios más cercanos a Axel Kicillof, se negó a realizar un test de alcoholemia durante un control vehicular y terminó con la licencia retenida. La situación ocurre en un momento de máxima tensión tras el anuncio del desdoblamiento electoral.
El episodio ocurrió durante la madrugada del domingo, alrededor de la 1 de la mañana, cuando Bianco circulaba por la Autopista Buenos Aires-La Plata al volante de un Volkswagen Vento oficial. Fue detenido en el peaje Dock Sud, en el partido de Avellaneda, por agentes de tránsito que realizaban un operativo rutinario. Según consta en el acta, el funcionario se negó a someterse al control de alcoholemia y pidió expresamente que no se filmara el procedimiento.
En lugar de hacerse el test, el funcionario optó por firmar el acta correspondiente. Bajo la normativa de la provincia de Buenos Aires, la negativa al control es considerada “presunto positivo”, por lo que se le retuvo la licencia de conducir digital. El vehículo no fue secuestrado, pero el hecho reviste gravedad: rige la Ley de Alcohol Cero en territorio bonaerense, lo que convierte cualquier infracción de este tipo en un tema sensible tanto desde lo legal como desde lo político.
Bianco no brindó declaraciones públicas, pero desde su entorno argumentaron que se trató de una forma legal de resolver la situación y que prefirió evitar una exposición mediática. Sin embargo, este comportamiento no pasó desapercibido. El ministro había suspendido sin explicaciones su tradicional conferencia de los lunes por la mañana, y el hecho se conoció apenas minutos después del anuncio oficial de Kicillof sobre el desdoblamiento de las elecciones para el 7 de septiembre.




