En los últimos días, un hecho capturó la atención de los habitantes del partido bonaerense de Castelli y también de los entusiastas de la vida silvestre. Sucedió cuando la semana anterior un puma fue avistado en la zona de Laguna de Cullen, cerca de la ruta 41. Este avistamiento es particularmente significativo, porque marca el regreso de una especie que, hasta hace poco, se consideraba extinta en la ecorregión pampeana.
En la filmación se puede ver como el puma, de un tamaño importante, pasa por un sector de siembra, cruza un alambrado y se pierde en los pastizales del campo.
Un documento realizado por el investigador Eduardo De Lucca para la Fundación Azara, en el marco del proyecto de conservación “Puma de las pampas”, explica que “para mediados del siglo XX la totalidad de las poblaciones de puma (Puma concolor) fueron extirpadas de la ecorregión pampeana de la Argentina” y que en la década del setenta que comenzó un proceso de recolonización.
La retirada del puma de la provincia parece estar relacionada a la presencia de personas en el campo y a la actividad agropecuaria. En el trabajo de investigación “El puma recoloniza el centro y el este del ecosistema de las pampas”, publicado en 2014, los investigadores Nicolás Chimento y De Lucca señalaron que “la introducción de millones de ovinos a partir de mediados del siglo XIX” y “la masiva ocupación” del campo “seguramente fueron determinantes para la marcada contracción poblacional de puma” en las pampas.
Este avistamiento en Castelli no solo es una buena noticia para los conservacionistas, sino que también plantea preguntas sobre cómo coexistir con estos majestuosos animales que están reclamando su lugar en la naturaleza. Mientras la comunidad científica celebra este hito, también se deben enfrentar los desafíos que conllevan la convivencia con la fauna silvestre en expansión.



