El reality más visto del país vivió otra noche de eliminación llena de tensión y estrategias. Brian se convirtió en el nuevo expulsado de Gran Hermano, en una semana que trajo giros inesperados con el regreso de exjugadores, nuevas nominaciones y una dinámica renovada que promete cambiar el rumbo del juego.
Desde el ingreso de nueve nuevos participantes, entre ellos Delfina De Lellis —quien había sido eliminada en la primera semana—, hasta el liderazgo de Lourdes Ciccaroni, cada movimiento en la casa comenzó a tener mayor peso. Con alianzas que se reconfiguran y estrategias en plena ebullición, los jugadores intentan asegurar su permanencia mientras el público define sus destinos.
Uno de los momentos más tensos de la semana se vivió el miércoles, cuando se llevó a cabo una votación cara a cara entre los participantes originales, mientras que los nuevos ingresantes emitieron sus votos en el confesionario. Como líder de la semana, Lourdes tuvo la potestad de modificar la placa de nominados y tomó una decisión clave: salvó a Said Alsayedd y colocó en su lugar a Ulises Apóstolo.
La próxima gala promete traer aún más sorpresas. En medio de los cambios que ya sacudieron la competencia, el conductor anunció la implementación de una placa positiva, un formato que obligará a los jugadores a replantear sus estrategias y a los televidentes a modificar la forma en la que votan.



