La militante libertaria Geraldine Calvella, quien fue designada al frente de la Dirección de Fiscalización de Centros de Documentación del Registro Nacional de las Personas (Renaper), desistió del cargo en el cual percibía un sueldo de casi tres millones de pesos mensuales.
De tan solo 23 años, oriunda de Saladillo, desempeño un papel clave en el armado territorial en la séptima sección electoral para Javier Milei y fue premiada por su militancia, aún pese a su escasa experiencia profesional, una situación que dejó al descubierto las contradicciones con las premisas de «idoneidad» que promulga el Presidente.
En el caso de Calvella, según fuentes del RENAPER, habría tomado la decisión de renunciar por el gran revuelo que generó su arribo al Renaper en redes sociales. La joven es oriunda del partido bonaerense de Saladillo y su única experiencia laboral es haber sido «asesora político» en la Cámara de Diputados, según su perfil en la red social Linkedin. Además, allí también precisó que estudió dos años Medicina en la Universidad Maimónides y luego dejó la carrera para comenzar en diciembre pasado a cursar Derecho en la Universidad Siglo 21.
En conferencia de prensa desde la Casa Rosada tuvieron que responder también por la designación y distinguieron que Calvella “no es la directora general del Renaper, el cargo que ocupa Pablo Santos; es una directora de línea, común y corriente, es una dirección simple”, minimizaron. “Posee experiencia en la conformación y conducción de equipos de trabajo, con capacidad de liderazgo”, argumentaron después.



