La Justicia confirmó que todas las direcciones declaradas por las empresas del exsenador Edgardo Kueider y su socio Rodolfo González son inexistentes. Una investigación de la Policía Federal reveló que, en lugar de oficinas, las ubicaciones correspondían a una casa en venta, un estudio contable y hasta una sede de salud.
Los domicilios, utilizados para registrar las empresas Betail SA y Edekom SA, no mostraron ningún rastro del exsenador ni de su socio. En algunos casos, los vecinos aseguraron que las propiedades nunca funcionaron como sedes empresariales, y en otros, se encontraron oficinas ocupadas por empresas ajenas a Kueider.
Las firmas están siendo investigadas en dos causas judiciales por presunto enriquecimiento ilícito y operaciones inmobiliarias sospechosas. La situación podría derivar en un conflicto de competencia que termine en la Corte Suprema.
Las irregularidades en torno a las empresas incluyen la compra de propiedades a través de fideicomisos que ocultan a los verdaderos dueños, lo que llevó a allanamientos y al secuestro de pruebas clave, como el teléfono de una abogada cercana a González.
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