Con la firma de tres personajes claves, el presidente de la Nación, Javier Milei, dictó el Decreto 697/24 para seguir avanzando con la reglamentación de la Ley Bases. Esta vez, abarcó el segundo capítulo de la norma que incluye temas polémicos como el régimen del empleo público y las empresas estatales.
«No se pierdan de leer el próximo Boletín Oficial de la República Argentina», escribió el vocero presidencial Manuel Adorni el pasado sábado por la mañana en X y despertó un alto interés en el próximo paso del Gobierno.
«Hacen a la desburocratización del Estado», había explicado el jefe de Gabinete, Guillermo Francos, en diálogo con radio Mitre, sobre el decreto 695/2024, publicado este lunes en el BO. Según reza el texto publicado, «el Poder Ejecutivo podrá disponer la reestructuración de los órganos u organismos de la administración central o descentralizada».
Los aspectos centrales del decreto tienen que ver con cuatro puntos: reorganización administrativa, privatizaciones, silencio administrativo y reglamentaciones y ajustes.
En esa línea, se avanza con las privatizaciones: el Ejecutivo podrá intervenir en las empresas públicas y disponer la «fusión, escisión, reorganización, reconformación o transferencia a las provincias o a la Ciudad de Buenos Aires». También se autorizó a modificar, transformar, unificar, disolver o liquidar los fondos fiduciarios públicos.
De esta manera, se la da al Ejecutivo una serie de facultades que entre otras cosas le permitirán avanzar en una reforma del Estado y renegociar o rescindir contratos de obras públicas, entre otras funciones, sin pasar por el Congreso aunque si deberá informar de manera mensual las acciones realizadas con las facultades delegadas.



