La Asociación Vecinal de Nordelta desarrolló un plan para controlar la población de «capybaras» dentro de los barrios cerrados. La idea concreta es vacunar a 250 carpinchos adultos limitando por un tiempo la capacidad estéril, quienes realicen esta tarea de aplicación y seguimiento serán especialistas de fauna silvestre.
Por la falta de depredadores y cazadores, los ejemplares duplicaron la población en Nordelta causando inconvenientes entre los vecinos. Por este motivo la Dirección de Flora y Fauna de la Provincia de Buenos Aires y el apoyo de investigadores del CONICET y la UBA apoyo este proyecto.
De manera contraria, distintos agrupaciones proteccionistas como Carpinchos Nordelta Somos Su Voz y Fauna Tigre En Peligro no están de acuerdo con esta vacuna y denunciaron en su redes que los funcionarios nunca tomaron medidas para que estos animales pueden vivir y transitar en un espacio exclusivo para ellos bajo el lema “¿Será más cómodo desaparecerlos?”.
Los «capybaras» están protegidos por el Decreto de Ley 10081/83 que aclara que cualquier acción relacionada a esta especie debe ser avalada por la Provincia.