Desde la llegada del presidente Javier Milei, el programa de becas Progresar sufrió un recorte que dejó sin beneficio a 500 mil estudiantes. Además, el poder adquisitivo de las becas se redujo en un 44% debido al congelamiento del monto nominal en un contexto de alta inflación.
El Programa Progresar, que tiene como objetivo garantizar la continuidad educativa de jóvenes entre 18 y 24 años en situación de vulnerabilidad económica, ha visto una caída significativa en la cantidad de beneficiarios. Mientras que en 2023 alcanzaba a 1,5 millones de estudiantes, en 2024 la cobertura disminuyó a un millón, y para 2025 se proyecta una reducción adicional del 18% en el presupuesto.
Un informe del Centro CEPA reveló que el monto congelado en $35.000 desde diciembre de 2023 perdió casi la mitad de su valor real durante 2024, erosionando el impacto económico de la ayuda. En términos comparativos, para mantener el nivel de poder adquisitivo de 2015, cada beneficiario debería recibir cerca de $127.000 mensuales.
Además del ajuste presupuestario, el acceso a las becas está limitado por nuevas restricciones administrativas que dificultan la incorporación de nuevos estudiantes al programa. Esto impactó directamente en la reducción de la cobertura efectiva, a pesar de que la asignación nominal del presupuesto fue mayor.



