Una fuerte polémica se desató en las últimas horas en los municipios de 25 de Mayo y Puan, donde los intendentes -en sintonía con el Gobierno de Javier Milei- despidieron a cientos de empleados municipales. En Puan, el intendente Diego Reyes (Juntos por el Cambio) resolvió desvincular a unos 700 trabajadores contratados y condicionó el pago del aguinaldo y de los haberes de diciembre -en tres cuotas durante enero- a que los empleados levanten el paro que vienen llevando a cabo desde hace semanas.
Cabe señalar que ese municipio del sur provincial está en fuerte conflicto desde principios del mes pasado cuando, en el marco de la transición, el jefe comunal actual denunció cuentas en rojo y la imposibilidad de pagar sueldos y aguinaldos. Su antecesor, Facundo Castelli, del mismo signo político, ni siquiera estuvo en el traspaso de mando y es investigado por el vaciamiento de cuentas.
En cuanto a la oferta salarial, en una negociación en el ministerio de Trabajo, la comuna había ofrecido pagar el aguinaldo en tres cuotas: una al principio de enero, otra a fin de ese mes y la tercera a finales de febrero. Las primeras dos serían de 60 mil pesos y la restante completaría el monto correspondiente.
Mientras tanto, en 25 de mayo 300 el intendente Ramiro Egüen (JxC) anunció el despido de unos 300 empleados municipales y su antecesor, Hernán Ralinqueo (UP), consideró que lo hizo por “causas políticas”.
“Personal temporario, de planta permanente, con antigüedad de hasta 10 años en el Municipio en servicios de educación, salud, seguridad, servicios públicos. Y además anuncian como un hecho positivo de gestión que van a echar a 700, es decir el 45% de la planta Municipal”, sostuvo el ex jefe comunal.