Después de la victoria en el clásico ante Boca Juniors, por 2 a 1, la Academia viajó a Brasil para abrir la serie de cuartos de final de la Sudamericana ante Athletico Paranaense. Con el objetivo de, como mínimo, volverse con un empate para Avellaneda. Pero no lo logró y, dentro de lo malo, sacó un resultado no tan malo. Derrota por 1-0.
La evalucación final indica que, más allá de que la Academio perdió en Curitiba, la sensación es que el conjunto brasileño es un equipo al que si se le juega con máxima concetración y se ajusta en la definición se le puede ganar el próximo jueves 26 en un Cilindro que se mostrará como en sus momentos de gloria.
«Los partidos se ganan con goles y no pudimos convertir. Si hacíamos un gol de entrada el partido hubiera sido otro»dijo Maravilla Martínez que agregó sobre su momento de sequía: «No tenía ángulo, me quedaron cruzadas, tengo el arco cruzado», señaló el ex instituto que podría perder su lugar con Roger Martínez para ser una carta ganadora desde el banco el próximo jueves.
En ese escenario, una victoria de la Academia, por dos goles de ventaja, no solamente le daría una clasificación a semifinales de una competencia internacional después de 17 años. Aquel 29 de julio de 1997, cuando Racing venció a Boca por la Copa Libertadores y accedió a la recordada serie contra Sporting Cristal que lo venció en el Cilindro por 3 a 2 pero que nada pudo hacer con los peruanos en Lima al caer por 4 a 1. Ese es el Rubicón que Costas buscará cruzar con los suyos.



