Finalmente River no pudo concretar la épica y quedó afuera de la Copa Libertadores tras el empate en 0 ante el Atlético Mineiro. El conjunto dirigido por Marcelo Gallardo preparó un recibimiento multitudinario, hizo un espectacular recibimiento, pero no logró revertir el cero y se quedó sin la Copa Libertadores.

La aceleración por lanzarse al ataque provocó que muchas veces la pelota no tuviera el destino elegido, y la claridad no aparecía en el conjunto local. Los desbordes por afuera y el lanzamiento de la pelota al área era la fórmula de River. Borja, en esa vorágine, cabeceó dos veces con peligro.

El fútbol que necesitaba River no aparecía, y el apuro hacía que las acciones simples no pudieran plasmarse. Kranevitter, luego de que la pelota quedara en el borde del área, remató pero con poca dirección. Mineiro se mantenía expectante, y cuando lograba recuperar la pelota la trasladaba con más precisión, aunque no tenía profundidad para inquietar al arquero.

River tuvo numerosas situaciones de gol como para abrir el marcador, pero se encontró con la figura de Éverson. El arquero del Mineiro fue clave para sostener el cero, al igual que Franco Armani, quien también intervino en las llegadas de los brasileños.

El Galo terminó clasificándose a la final de la Libertadores, en la que espera por el ganador del duelo entre Botafogo y Peñarol. En la ida, el conjunto de Río de Janeiro goleó a los uruguayos por 5-0. El Millonario, que jugará el Mundial de Clubes en 2025, ahora deberá enfocarse en clasificar a la próxima edición de la Copa Libertadores por tabla anual en la Liga Profesional.