Desde el Ministerio de Relaciones Exteriores boliviano señalaron que “los temas fronterizos deben ser abordados mediante mecanismos de diálogo bilateral entre los Estados”, advirtiendo que “cualquier medida unilateral puede perjudicar la buena vecindad y la convivencia pacífica entre pueblos hermanos”.
A través de un comunicado oficial, Bolivia informó que solicitará detalles sobre el proyecto mediante los canales diplomáticos y reafirmó su compromiso con “el diálogo constructivo como única vía para resolver los asuntos de interés común”.
Por su parte, el ministro de Justicia boliviano, César Siles, cuestionó la iniciativa y afirmó que “esta medida iría en contra de los tratados internacionales”. Además, instó a organismos como Naciones Unidas y la OEA a intervenir, mientras expresó su deseo de que “el presidente Javier Milei reflexione sobre esta decisión”.
El proyecto del cerco perimetral con Bolivia
La medida, impulsada por la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, se enmarca dentro del denominado Plan Güemes y busca combatir el narcotráfico, el contrabando y otros delitos federales en la frontera norte de Salta.
El cerco será instalado en el murallón preventivo que se utiliza para contener el cauce del río Bermejo y tiene como objetivo ordenar el tránsito fronterizo, asegurando que se realice de manera legal y bajo controles estrictos. La obra será financiada por la provincia de Salta, con supervisión del Gobierno Nacional.
El Plan Güemes también contempla el despliegue de 310 efectivos federales, un refuerzo en los controles en zonas estratégicas como el río Bermejo y la Ruta Nacional 34, conocida como la “Ruta de la Droga”, y la colaboración entre autoridades nacionales y provinciales para desarticular redes criminales y prevenir el delito.