10 agosto, 2025
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Buenos Aires

Thiago Correa salvó cuatro vidas tras su muerte

Thiago Correa tenía solo siete años cuando recibió un disparo en la cabeza durante una balacera en el partido bonaerense de La Matanza. Luego de varios días internado, los médicos confirmaron la muerte cerebral. Fue entonces cuando su familia tomó una decisión profundamente conmovedora: donar sus órganos para salvar otras vidas.

El procedimiento se realizó el viernes y sus resultados fueron informados por el INCUCAI a la familia. Cuatro personas pudieron ser trasplantadas: un niño de cuatro años recibió su corazón; otro de cinco, uno de sus riñones; una adolescente de trece años fue trasplantada con su hígado; y una mujer de 46 años recibió el otro riñón.

Mi pequeño salvó cuatro vidas”, fue el mensaje que más impactó a Daira, la madre de Thiago. Con la voz quebrada, expresó su orgullo por la decisión que tomaron junto al padre del niño. “Yo no tuve la oportunidad con Thiaguito, pero decidí dar oportunidad a las personas que también estaban en riesgo de vida”, señaló.

Fabián, su papá, recordó el momento en el que firmaron el consentimiento. “Fue el viernes, el instante más duro, pero entendimos que era lo correcto. Saber que otros chicos iban a seguir adelante nos dio un poco de consuelo”, dijo. Ambos coincidieron en que, dentro de tanto sufrimiento, la donación les permitió encontrar algo de paz.

El nombre de Thiago, que se convirtió en símbolo de dolor tras la tragedia, hoy también representa esperanza para las cuatro personas que volvieron a vivir gracias a su generoso acto final.