El ajuste presupuestario del gobierno de Javier Milei dejó en evidencia la falta de respuesta del Estado ante la crisis en Bahía Blanca, una de las ciudades más golpeadas por el último temporal. A pesar de la magnitud de los daños, el Ministerio de Economía giró solo $10.000 millones para atender la emergencia, cuando desde el municipio estimaron que se necesitan $400.000 millones para comenzar la reconstrucción.

Esta cifra representa apenas el 0,41% del superávit fiscal que el Gobierno registró en enero, cuando el Sector Público Nacional tuvo un excedente de $2,43 billones. Además, fuentes oficiales confirmaron que no habrá más fondos para la ciudad.

Mientras tanto, el recorte estatal sigue avanzando. La semana pasada, la Dirección Nacional de Emergencias fue desmantelada y todo su personal despedido por orden de la ministra Sandra Pettovello. Este organismo tenía un rol central en la gestión de catástrofes climáticas, como la inundación de Santa Fe en 2003, el alud de Tartagal en 2009 y la erupción del volcán Puyehue en 2011.